Mucha olor de multitudes no había para recibir al guitarrista británico, y eso que estaba anunciado que iba a interpretar en su integridad Frampton Comes Alive!, el capital álbum en directo que hizo de él una estrella (aunque fuera fugaz). Pues, lo siento por los que desecharon esta oportunidad, porqué el antiguo ídolo pop se cascó un memorable recital. Dos horas y media largas estuvo sobre las tablas y ni un minuto de desperdicio, arrancando con la susodicha obra en directo, y lo que a priori podía dar la impresión de ser un acto revivalista de todo a cien, se transformó en una enjundiosa y enriquecida recreación, ya que al ex Humble Pie se le notó que creía en lo que hacía. La solidez de su banda, en la que destaca el recuperado Stanley Sheldon, el estiramiento hasta el infinito de las tonadas, la incansable interactuación con la audiencia y el buen gusto del Sr. Frampton al tensar las cuerdas de su instrumento lograron que todo cogiera vida de nuevo lejos de refritos nostálgicos. Tras la catártica y coreada «Do You Feel Like We Do», llegó una recta final de quitarse el sombrero, donde el protagonista intercaló algún recuerdo a Humble Pie y tonadas de sus dos últimos trabajos, que no desentonaron tras tanto clásico, destacando la rotunda «Asleep At The Wheel» y la versión instrumental del «Black Hole Sun» de Soundgarden. Una demostración de que la nostalgia combinada con ilusión y ganas puede propiciar soberbios retornos.
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